Calle sin nombre (Gallur)
Un joven matrimonio de empresarios nos pidió el diseño de un anexo de dos plantas junto a su vivienda unifamiliar. Bien conectado pero de uso completamente independiente al objeto de reunir con frecuencia a su equipo de trabajo y agasajar a delegaciones comerciales europeas y asiáticas. Eran necesarias amplias estancias diáfanas lo que se consiguió mediante una compleja estructura íntegramente resuelta en acero, alturas libres considerables y ventanales abiertos en todas las fachadas de tal manera que los campos y el jardín se hicieran presentes en el interior.
Las fachadas debían acabarse en un rojo intenso y los faldones ser de teja negra. Lo que llevó al empleo de un aislamiento exterior potente. Se diseñaron una gran cocina integrada en una enorme sala iluminada cenitalmente, con parte de su suelo en vidrio blindado transparente sobre la bodega con su botellero, un portón doble de acceso en madera y cromado y una singular barbacoa exterior.